miércoles, 6 de enero de 2010

Reflexiones


¿Qué hacen con mi tiempo?
¿Cómo lo distribuyo?
¿Qué hacer con mi destino?
¿Qué hacer con mi vida?
Cuando estamos con algo de tiempo, podemos meditar en que hacer en distintas situaciones, desde pequeños se nos enseña a depender de los padres mas cuando pasa el tiempo, debemos dependen de nosotros, de los demás, pero ¿que sucede si no sabemos que hacer?
Es muy sencillo equivocarnos, es muy sencillo arruinar un momento, es muy sencillo tomar una mala decisión, es muy fácil arruinas nuestras vidas.
Entonces ¿Qué hacer?
¿Cómo actuar?
¿A quién recurrir?

Eso es muy facil de responder, pero en algunos casos dificil de realizar.
Dios es nuestro consejero

Isa 9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Y ¿porque se hace una opción difícil de tomar? Esto es debido al pecado en nosotros.
Por efecto reflejo nuestro pecado nos hace alejarnos de Dios, ocultarnos de Él. Escapar de su presencia.

Gén 3:10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.

Pero la misericordia de Dios nos reconcilia, nos tiende una mano y nos habla a cada uno de nosotros. Dios nos ama, Dios nos desea tender su consejo, pero primero debemos recibirle como nuestro Señor y Salvador.

Hch 17:30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;

Y esto ¿con que objeto? pues, para que Dios nos pueda ayudar en nuestra vida, si no lo tenemos cerca llevamos un yugo de esclavitud, un yugo de pecado, un yugo de dolor y tristeza, mas con Cristo somos consolados.

Mat 11:28-30 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

Así como nos ayuda a llevar la carga de nuestra vida, a superar dolor y penas, también el yugo de Dios nos ayuda a llevar una dirección correcta en nuestra vida, nos ayuda a poder visualizar correctamente lo que Dios desea para nosotros y poder así llevar un mejor pasar y agradar a Dios en todo lo que hagamos.